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JOYAS DEL SUR Perspectivas australianas sobre la postura en cuclillas Mi hijo, mi maestro La forma de ir - Un poema sobre la postura en cuclillas El convertidor “En vez de” El accidente en un puente de Tasmania No es de la revista Reader's Digest
Mi hijo, mi maestro
Artículo reproducido con el amable permiso del autor.
Cuando nace un niño, los padres responsables deciden crear un entorno feliz y saludable para su óptimo crecimiento y desarrollo. El niño expresa su propia personalidad desde el primer día. Su necesidad de mamar del pecho es instintiva, al igual que muchos hábitos de crecimiento que desarrolla antes de comenzar a aprender por el ejemplo. Un hábito que algunos padres notan es que el infante se pone en cuclillas en forma instintiva para hacer del baño. ¡Con qué facilidad se ponen en cuclillas con los pies planos sobre el piso, con total comodidad! ¿Pero qué pasa después? Les enseñamos a sentarse en una bacinica o, peor aún, en un inodoro, y con las piernas colgando. Si somos ingenuos (y yo me confieso culpable de ser ingenua hace más de 30 años), esperamos que hagan lo suyo allí mismo. Después de todo, ¿qué no es así como todos lo hacen, y ahora deben aprender las formas civilizadas del mundo? A finales de 1997 en la revista Perspectives in Human Biology apareció un interesante artículo de investigación que analizaba las “facetas de la postura en cuclillas”, que están bien documentadas en la información médica. Los huesos de los tobillos (“talus”) de los niños tienen características aptas para ponerse en cuclillas. En las culturas en las que ponerse en cuclillas es lo usual en lugar de sentarse, los adultos retienen esas características. Pero en las culturas en las que nos paramos y nos sentamos a medida que nos convertimos en adultos, y que pocas veces estamos en cuclillas, esas características ya no son tan evidentes en los adultos. Parece ser un caso de se pierde porque no se usa. Por supuesto, esta investigación no estaba relacionada con la postura en cuclillas para la defecación, pero podría verse como confirmación de que la postura en cuclillas es apropiada para el cuerpo humano, y que de alguna forma nos volvimos demasiado cómodos en nuestros sillones como para continuar con este benéfico hábito. Los padres que han cambiado de sentarse a estar en cuclillas para hacer del baño nos han contado algunas anécdotas interesantes sobre sus hijos, que sugieren que se debería fomentar el instinto inicial de los niños de ponerse en cuclillas para realizar estas funciones diarias. Una madre nos contó que su bebé se ponía en cuclillas básicamente en el mismo lugar del patio de la casa cada vez. (Por suerte no tenían vecinos cercanos.) El niño aprendió a usar el inodoro y dejó los pañales muy pronto. Una amiga que ahora tiene 60 años nos dijo que uno de sus hijos era muy estreñido de niño, y ella resolvió el problema dándole un baño tibio y dejándolo ponerse en cuclillas sobre un periódico en el baño. Eso funcionó siempre. Una enfermera describió cómo una niña de siete años que tenía incontinencia recuperó el control normal en sólo tres semanas después de haberse cambiado de sentarse a ponerse en cuclillas diariamente. Una mamá comenzó a ponerse en cuclillas (debido a hemorroides y a dificultades para el control de la vejiga), y su hija de ocho años le copió cuando quedó fascinada por el nuevo dispositivo en el baño. La madre quedó encantada al ver que sus problemas mejoraron significativamente, al igual que los episodios de cama mojada de su hija. A veces la hija mojaba la cama dos veces por noche, y tres noches seguidas no era nada raro. Después de hacer del baño en cuclillas durante dos semanas sólo mojó la cama una vez durante las siguientes tres semanas y ya no lo ha hecho más. Sin solicitarlo, hemos recibido varios comentarios de madres que dicen que sus hijos se estriñen a menos de que hagan del baño en cuclillas. A esas experiencias podemos añadir la de la Enfermedad de Crohn de Andrew [más adelante] y entonces nos debemos preguntar el precio que estamos pagando por el antinatural hábito occidental de sentarse para hacer del baño. A Andrew (no es su verdadero nombre) le diagnosticaron la Enfermedad de Crohn a la tierna edad de cinco años. Como resultado de esa condición lo operaron cuatro veces en un año con anestesia general. Ni las cirugías ni las medicinas le ayudaron, y un síntoma que le quedó fue el estreñimiento severo. Cuando su madre leyó sobre los beneficios de la postura en cuclillas para hacer del baño lo animó a ponerse en cuclillas sobre el asiento del inodoro, y a los dos días notaron mejoría. Dos semanas más tarde el cirujano se sorprendió de cómo había disminuido la inflamación. La madre de Andrew tomó la iniciativa y dejó de darle la medicina. En unos doce meses Andrew dejó de tener virtualmente todos los síntomas de la Enfermedad de Crohn, y el único cambio importante que hizo fue ponerse en cuclillas para hacer del baño, y a la fecha continúa haciéndolo. Los cambios y eventos que ocurren en su vida, y que normalmente le ocasionaban un incremento de los síntomas, ahora pasan sin incidentes. Estoy agradecida con las madres que me han enviado sus historias, y especialmente con la madre de Andrew, que describió con angustia los tremendamente dolorosos efectos de la cirugía en su hijo pequeño. Ellas me pidieron reunir sus relatos y compartirlos con ustedes. Es importante poner esta información a disposición de los padres, quienes podrán luego elegir si se deciden a defender los intereses de sus hijos. Después de todo, si nadie nos dice nada sobre este asunto privado, ¿cómo podremos averiguarlo? Al pensar en la nutrición, el ejercicio, la educación, el arte, el entretenimiento y todas las demás cosas que consideramos necesarias para el desarrollo de nuestros hijos, debemos recordar que hay una muy sencilla costumbre —algo que además un niño sabe en forma instintiva— que debiéramos fomentar y aceptar como normal: la práctica de hacer del baño en cuclillas. Si los padres nos abrimos al cambio podemos tener el privilegio de aprender de nuestros niños. El benéfico retorno a la postura en cuclillas podría poner un positivo ejemplo familiar. Hacer del baño en cuclillas no es algo que se debería intentar sólo como último recurso ante un problema existente, sino una opción que podemos elegir para ayudarnos en nuestra limpieza interior, y para ayudarnos a prevenir o retardar muchos problemas intestinales y de vejiga que se suponen como propios de la edad avanzada. (Tal vez “propios de la ignorancia” debido a información y educación incorrectas sería un mejor término.) En algún momento futuro la práctica de la postura en cuclillas para hacer del baño deberá reconocerse como normal. ¿Por qué no experimentar esos beneficios desde ahora? No se trata de algo únicamente para la población alternativa o para gente con problemas. Cuando comencemos a fomentar que nuestros niños continúen haciendo lo que es natural, nosotros los padres podremos aprender de su ejemplo.
NOTAS:
La forma de ir por Wal Bowles No sólo somos lo que comemos, sino también lo que no excretamos. Si en lugar de estar en cuclillas nos sentamos quedándonos con algo de lo que tenemos esta putrefacción aumentará, cuando el rápido alivio de los tóxicos residuos del intestino y de las células es lo que buscamos. Así que mantengámonos bien y en cuclillas el desecho fluirá. ¡En cuclillas la forma de ir será! El accidente en un puente de Tasmania por Wal Bowles
El Puente de Tasmania cruza el río Derwent en Hobart, Australia, en la isla de Tasmania. En 1975 un barco carguero golpeó un pilote y causó el derrumbe de uno de los tramos del puente. Era casi de noche y estaba chispeando, por lo que había poca visibilidad. El tráfico en el puente continuó y varios automovilistas cayeron más de 30 metros hacia el río. Creo que la cifra de muertos nunca se supo, pero aparentemente un conductor se dio cuenta y se detuvo, tratando de avisarle a los demás. Sin embargo, la mayoría de ellos no se enteraron y continuaron su camino hacia la muerte. Cuando hablo sobre la postura en cuclillas muchas veces me siento como ese conductor. Siento la frustración que debió sentir él. La respuesta de la mayoría de las personas es que no quieren enterarse, y muchos parecen pensar que les están jugando una broma pesada, o que se trata de un truco de ventas; otros piensan que lo único apropiado para alguien lo suficientemente estúpido como para promover esa idea es la puerta del manicomio. Sólo se abren a la idea cuando ven cómo su vida disminuye frente a sus ojos y, si no es demasiado tarde, les funciona bien. por Wal Bowles Mi buen amigo Bill Withers se ha codeado con gente de todo tipo en la vida. Hace algunos años estaba en una cena de gala con mucha gente de la alta sociedad. En su mesa estaba un par de atractivas jóvenes. Después de la comida, cuando la gente estaba tomando café, una dama de cierta edad se acercó a su mesa y le preguntó si podía sentarse con ellos. Explicó que la conversación en las otras mesas parecía muy reservada, y esta era la única mesa en donde todos parecían muy divertidos y no dejaban de reír. Una de las atractivas jóvenes respondió al pedido con las siguientes palabras: “Claro, siéntese con nosotros. Este amigo nos está enseñando cómo se debe cagar!” Aprenda cómo la posición en cuclillas puede ayudarle a prevenir estas enfermedades: Apendicitis, colitis, diverticulitis, estreñimiento, incontinencia de la vejiga, hemorroides, rectoceles, trastornos de la próstata y cáncer de colon La Plataforma Natural – fotografías e información sobre pedidos Jasmine El perrito de Margaret y Wal |
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